Las diferencias de género en el mercado de trabajo también se traducen en desigualdades en el acceso a las prestaciones del sistema de seguridad social y en los beneficios percibidos, lo que significa generalmente una extensión de las desigualdades de género existentes en el mercado laboral hacia la etapa pasiva.
El presente informe ilustra cómo la disparidad de género en la distribución del trabajo no remunerado (tareas domésticas o de cuidado) afecta la forma en la que los individuos se vinculan con el mercado laboral, analizando diferencias en materia de tasas de actividad, empleo y formalidad. Estos aspectos resultan claves en términos de los resultados esperados sobre cobertura y suficiencia de las prestaciones durante la etapa pasiva.